Todos los que tenemos un can en casa sabemos lo especiales que son. Desde el primer contacto nos apegamos a ellos, y ellos sin dudar nos entregan todo su amor. El vínculo se convierte en un perenne intercambio de cariño. Es difícil que termine el día sin que nos hagan sentir querido. ¡Es una relación tan especial!

Pues sí, nuestro perro se convierte en uno más de la familia, y su felicidad se convierte en nuestra felicidad. Es ahí donde hacemos de todo para verlos felices, pero… ¿Cómo podemos estar seguro de que lo son?

A continuación te muestro alguna de las señales que delatan la felicidad en tu peludo amigo.

1.  Siempre dispuesto a pasear

Los deseos de socialización en un perro son un buen indicio de lo genial que se siente. Si al tomar la correa tu perro salta de alegría, no hay dudas de que se siente feliz. Es una señal clara de que está listo para interactuar con el mundo. Más allá de su hogar existen muchas cosas con las que desea intercambiar, sin olvidar las ventajas que el paseo encierra… ¡Le sienta tan bien compartir con el exterior!

2.  Los juegos son bienvenidos

Un perro juguetón siempre es un perro feliz. Los deseos de saltar, correr y jugar, en un perro, denotan bienestar y satisfacción. Si ves que tu perro busca jugar contigo, con las otras mascotas o con sus juguetes, te está dando una viva señal de que la está pasando de maravillas. El deseo de jugar en un perro es una de las actitudes que mejor denotan el estado de su felicidad. Así que debes ser creativo y tener diferentes alternativas de juego para entretenerlo.

3.  Venga la comida

Otra de las maneras que tienes para medir el estado de gozo de tu perro es mirando su apetito. Si tu perro siempre está dispuesto para un bocado más es una buena señal. Sin embargo, no debes preocuparte si no come algo en específico. Él también tiene sus propios gustos, y puede que una u otra vez rechace algún alimento.

4.  No se cansa de pedir y dar cariño

Pues sí, la medida de la felicidad de tu perro también es posible notarla observando sus muestras de cariño. El hecho de que tu perro siempre esté dispuesto a entregarle amor a su manada humana es una señal positiva. La felicidad de tu perro está muy vinculada a su interés por dar y recibir cariño, y forma parte de sus pasatiempos favoritos. Es por eso que no dudará dos veces en enseñarte la panza para que le acaricies o en hacer cualquier cosa para ganarse tus mimos.

5.  Descansa lo preciso

Por lo general, las horas de descanso de un perro adulto no rebasan las 15 horas en el día. Tu amigo peludo precisa de sus horas de sueño para reponer las energías que gasta. Entre actividad y actividad, siempre tomará una descansadita que lo ayude a recargar las baterías. Sin embargo, un perro que es feliz solo descansará lo suficiente sin caer en excesos. El descanso en abundancia de un perro denuncia signos de depresión o salud comprometida.

6.  Curiosidad siempre latente

Los perros son animales curiosos que gustan descubrir todo lo que les rodea. Disfrutan de olfatear todo lo que ven, y son los primeros en estar al tanto de todo lo nuevo que entra en el hogar. Para ellos es una fiesta poder olfatear objetos, ropas, alimentos y personas. La apatía de un perro por el mundo que le rodea no es buena señal. Es por eso que su curiosidad también es una muestra de felicidad.

7.  No para de mover su cola

Sin duda alguna la cola de tu perro es un termómetro para medir su estado de ánimo. Cuando tu perro está feliz moverá su cola de un lado al otro en ángulos de unos 120º aproximadamente. Con ello te está demostrando que se siente contento. En ocasiones su contentura será tal, que además de mover su cola también moverá la parte trasera de su lomo.  

8.  No es destructivo

La estimulación física y mental de tu perro es vital para su felicidad. Si durante el día te aseguras de estimular a tu perro no tendrás de que preocuparte. Tu perro aun estando solo no tendrá comportamientos destructivos. La actitud de morder todo cuanto esté a su paso es un comportamiento que delata ansiedad, estrés o aburrimiento. Un perro que es feliz no tiene conductas destructivas con su entorno.

En fin, todas las señales anteriores son una gran prueba de lo happy que se siente tu can. Ahora es el turno tuyo de ser feliz, porque su felicidad también es tu felicidad. ¿No crees?